CELLERO, ¿QUIÉN ES?

 

 

Cellero

 

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 Cellero fue mi bisabuelo, carretero que todos los días iba con sus bueyes camino de Avilés. Fue un personaje que dejó una  huella honda en los suyos, para bien o para mal. Los carreteros solían ser fuentes inagotables para la tradición oral, pues solían cantar, contar historias de sus aventuras por los caminos y saber una buena cantidad de “juramentos”.

    De Cellero se cuentan, todavía hoy, muchos sucedidos, la gente se acuerda de verlo por las calles, en los chigres (tabernas), siempre con los bueyes, muchas veces borracho, dando saltos encima del carro. Yo apenas lo conocí, pero lo recuerdo (aunque era más bien canijo) como un paisanón del que había que escapar cuando los niños estábamos jugando por la quintana (espacio que se encuentra enfrente de casa en la casería tradicional asturiana) y, sobre todo, si nos encontraba en la cuadra de los “gües”, donde no dejaba entrar a nadie.

    Cuando me planteé construir un personaje con el que recuperar monólogos asturianos me acordé de él. Luego fue tomando vida propia con todo su mundo: Manolín, Lin, Fozmartiellu, Perico´l Facha, Pin, Pinón... y no sólo se limitó a hacer monólogos clásicos, también se metió a hablar de la actualidad y a contar cuentos, por supuesto a su manera. No sé qué pensaría aquel bisabuelo si levantara la cabeza y viera a su bisnieto hacer lo que hace...

    Una vez al año sus bisnietos hacemos una “fartura” y contamos histories de él y de otros. Es la “fartura los celleros”.

Soy Cellero, pobre, llano,

pequeño pero con genio.

Soy hijo del minifundio

Y nieto de analfabetos,

Hijastro de mezcolanzas

De maíz con yerba seco,

Malcomer, cuadra, moñiga,

tabaco y vino perrero.

Mis hijos fueron obreros,

Mi nietos oficinistas,

peones y hasta ingenieros,

aunque mí me gustaría

algún nieto tabernero,

que todo oficio ye sabio

y necesario por eso,

menos especuladores,

chorizos y subasteros.

 

Soi l´aldea, las mis tripas

ladran igual que los perros,

retuercen como lombriz,

tiemblan como ese ternero

Que quier ponerse de pies

O si a en casa voy contento

Cantan igual que los gallos.

¡Soi Cellero, berracu, atéu,

Trabajador, mala testa,

Bebedor y parlotero!

¡El día que no lo sea

llevaime pal cementerio.